Mons. Polito: “Debemos corresponderle a Dios por tanto amor que nos ha dado”
Con la celebración de la Última Cena comienza el Triduo Pascual. Jesús instituyó la Eucaristía durante este compartir de amor, quedándose con su pueblo en el pan y en el vino consagrados.
En este día en el que Jesús instituye el sacramento de la Eucaristía y el Orden Sacerdotal y la Iglesia recibe el mandato de celebrar este memorial en el nombre de Cristo y lo hace por medio de los sacerdotes, el obispo de San Carlos, monseñor Polito Rodríguez Méndez, presidió la Eucaristía desde la Plaza Bolívar de Apartadero, municipio Anzoátegui, acompañado por el presbítero Marsel Godoy, párroco de la iglesia San Francisco de Asís.
En su reflexión, el obispo resaltó que los cristianos deben tener un corazón agradecido porque Jesús dio el más grande ejemplo de amor a la humanidad.
“Hoy la Iglesia nos recuerda el valor del sacramento de la Eucaristía y el Orden Sacerdotal y también el mandamiento que tenemos de amarnos. Para Dios somos grandes, maravillosos, somos sus hijos y debemos corresponderle a tanto amor”, resaltó monseñor en su homilía este jueves santo.
Continuó: “El mandato del amor es el mandamiento mayor, el número uno que el Señor ha podido pronunciar. Hoy damos gracias, bendecimos al Señor porque no somos perfectos, tenemos limitaciones, pero así tenemos que comprendernos, amarnos y ayudarnos a ir adelante. Él (Jesús) dio el ejemplo”.
En alusión a la liturgia de la palabra de este día en la que se recuerda que el sacerdote de la antigua alianza ingresaba cada año en medio de las fiestas de la pascua y ofrecía el sacrificio con la sangre del cordero en expiación de los pecados propios y del pueblo, monseñor Polito explicó el significado de esta acción liberadora: “El pueblo en gratitud a Dios, todos los años celebraba esta cena en recuerdo del paso de la esclavitud a la libertad; el paso de la muerte a la vida; de la esclavitud a la verdadera libertad de los hijos de Dios. Nosotros somos de Dios y hacia Él debemos conducirnos”.
“No existe misa sin sacerdote ni sacerdote sin misa”
“Hagan esto en memoria mía”, con estas palabras, Jesús, en la Última Cena con sus discípulos, instituye el sacerdocio.
En este sentido, monseñor destacó que “la Iglesia se ha empeñado en tener a sus sacerdotes y ministros para que puedan celebrar la santa misa y el pueblo de Dios pueda encontrarse con Él”. Dijo que no existe misa sin sacerdote y sacerdote sin misa.
Enfatizó en la necesidad de orar por el fortalecimiento de la misión sacerdotal y por el despertar de nuevas vocaciones.
“La comunidad debe tener esa capacidad de motivar a los jóvenes. Tenemos que orar y trabajar más por las vocaciones”, insistió el obispo diocesano.
Gesto de amor y de servicio
A través del lavatorio de los pies a sus discípulos, Jesús se muestra como lo que es Él (amor y servicio) y le indica a todos cómo pueden ser verdaderamente sus fieles seguidores: amando y sirviendo.
El presbítero Marsel Godoy, párroco de la iglesia Santa Clara de Asís, realizó este gesto de amor y de servicio a hombres y mujeres de esta comunidad que busca crecer en su fe y devoción al Señor.
El lugar de la reserva
En la celebración de este jueves santo se realiza el traslado del Santísimo Sacramento, desde el altar hasta el lugar de la reserva.
Monseñor Polito Rodríguez Méndez, trasladó el Santísimo Sacramento desde la Plaza Bolívar de Apartadero donde se celebró la Eucaristía, hasta el lugar de la reserva, preparado con dignidad y belleza en el templo Santa Rosa Clara de Asís para su adoración.