Obispo de San Carlos: “Es necesario salir del hombre viejo, del Judas Iscariote, para empezar el hombre nuevo”

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Prensa Diócesis de San Carlos

San Carlos, marzo 27.- Desde muy temprano la feligresía de San Carlos se concentró en la parroquia Nuestra Señora del Rosario, para acompañar en procesión a Jesús de Nazaret.

Monseñor Polito Rodríguez Méndez, obispo de San Carlos, antes de iniciar la procesión animó a acompañar a El Nazareno con fe y esperanza, orando por nuestras vidas, las familias y Venezuela.

Iniciado el recorrido se sumaban más devotos, a medida que avanzaba la procesión por la avenida Enrique Domínguez o calle Las Babas en el sector Aeropuerto, para empalmar con la avenida José Laurencio Silva, punto de intersección con el centro de la capital cojedeña.

Un inmenso mar de fieles, movidos por la esperanza en la sanación, la promesa hecha por años por un milagro recibido y la confianza en que Jesús lo hará, avanzaba con oraciones y cantos.

A la llegada a la última estación del vía crucis en la plaza Bolívar, se celebró la Eucaristía presidida por el Excmo. Monseñor Polito Rodríguez Méndez, obispo de San Carlos.

En la homilía, el pastor de la grey cojedeña comparaba el plan de vida de cada ser humano y el Plan de salvación de Dios, resaltando la importancia de ambos para la persona.

“Tú sabes lo que hay de Dios en tu vida, cuando Dios empieza a hablar, empieza a transformar; es cuando tú empiezas a hacer un camino de conversión, es decir, salir del hombre viejo representado por Adán, en Judas Iscariote, para empezar un hombre nuevo, una vida de amor, paz, una vida feliz”.

Eso es lo que nos presenta el Señor, por tanto, el Señor Jesús, después de haber invitado a la conversión, empieza ese itinerario en el que pueden haber muchos obstáculos; no obstante, el Señor sabe cuál es el plan de vida, tu proyecto de vida, dijo el obispo de San Carlos.

En su disertación a los fieles congregados en esta celebración, monseñor Polito dijo que: “la desgracia más grande que puede ocurrirle a un cristiano, es no saber hacia dónde va, no saber cuál es su proyecto de vida, puede ser una persona manipulable, una persona que no logra saber para qué está sobre la faz de la tierra”.

Jesús tiene un plan de salvación para nosotros, al punto que llegó a decirnos: ” Yo soy el camino, la verdad y la vida”.

El milagro más grande se suscita en la cruz, cuando el Señor logra vencer el mal para imponer el bien, el bien absoluto es Dios, el bien absoluto empieza en la cruz para echar a un lado todo lo que el hombre viejo representa, dijo el pastor de la Iglesia cojedeña.

El hombre nuevo es posible por la gracia en la persona de Jesucristo, el Señor; Él es el bien absoluto.

“Queridos hermanos, en la imagen que acompañamos en procesión, vemos un rostro triste, humillado; contempla esa imagen de Cristo, el Señor, que todo lo hizo por ti, por amor a mí”.

Jesús en la Cruz corona ese proyecto de vida restaurando todo lo que estaba deteriorado, es el Cristo que tiene un plan de vida para nosotros, el Cristo que nos invita a una vida nueva, dijo monseñor Polito Rodríguez Méndez.

La Eucaristía del miércoles santo fue concelebrada por el Pbro. José Luis Nava, arcipreste del arciprestazgo Inmaculada Concepción, Pbro. Roseliano Páez, asesor espiritual del Seminario Arquidiocesano “Nuestra Señora del Socorro”, Pbro. Luis León Santamaría, rector del Seminario Diocesano “San Carlos Borromeo”, Pbro. Mauricio Silva, párroco de Inmaculada Concepción, Pbro. Pablo Vilaseca , párroco de San Antonio de Padua, P. Scj Miguel Barrientos, administrador parroquial de Santo Domingo de Guzmán, P. César González, responsable de la parroquia Santa María Micaela, así como de los diáconos: Enrique Loreto, encargado de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, y Julio Julio, director de formación del Seminario de San Carlos y del seminarista Isaías Fuenmayor.

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