Restos mortales del Padre Miguel Palao Rico Reposan en la Iglesia Santo Domingo de Guzmán

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Erika Benítez-.

A escasos días de cumplirse setenta años de su fallecimiento, este jueves 21 de diciembre se realizó la exhumación de los restos mortales del padre Miguel Palao Rico, quien consagró su vida a Dios y a la educación de niños y jóvenes cojedeños.

Los restos de este sacerdote de origen español que por el año de 1930 se naturalizó venezolano, fueron trasladados desde la Capilla del Cementerio Municipal de San Carlos hasta la Iglesia Santo Domingo de Guzmán.

El padre Wilfredo Corniel scj, párroco de la Iglesia Santo Domingo, explicó que por instrucciones de monseñor Polito Rodríguez Méndez, obispo de la Diócesis de San Carlos, se realizó la exhumación e inhumación de los restos del recordado y muy querido por el pueblo cojedeño, padre Miguel Palao Rico. Informó que los restos mortales eran muy pocos y que los mismos fueron colocados en un osario de madera, dentro de tres bolsas plásticas, junto al decreto cerrado y atado con una cinta roja al frente del Altar Mayor de la Iglesia Santo Domingo; lugar que fue su residencia y ahora su espacio de reposo definitivo.

En el procedimiento participó el presbítero José Luis Nava, canciller de la Diócesis de San Carlos; el párroco de la Iglesia Santo Domingo, Wilfredo Corniel y el padre Alí Villarroel; además de algunos miembros de la comunidad parroquial.

Destacado hombre de Dios
Un dedicado sacerdote y docente fue el padre Miguel Palao Rico; también, un extraordinario músico y poeta.

Nació en Yecla, villa de la provincia española de la Región de Murcia, el 10 de agosto de 1887. Su infancia transcurrió en esa nación.

Su educación primaria la recibió en el Colegio de los Padres Escolapios de aquella población y siguió la carrera eclesiástica y el Bachillerato en el Seminario de San Fulgencio, de la capital murciana.

En 1910 fue ordenado sacerdote. Cuatro años después, fue enviado a Roma a cursar estudios en Derecho Canónico.

En 1925 llega a Venezuela y ejerce su ministerio sacerdotal en varios estados del país.

En marzo de 1943 se traslada a San Carlos para dirigir la Parroquia de la Inmaculada Concepción como Vicario foráneo, siendo, en aquel entonces, uno de los dos sacerdotes de todo el estado Cojedes. Su misión espiritual la llevó adelante en La Sierra, Manrique, El Pao, El Baúl y Lagunitas.

El padre Miguel Palao Rico falleció el 31 de diciembre de 1953, a los 66 años de edad, producto de una afección cardíaca.

Sus grandes aportes en la formación humana y espiritual de los cojedeños quedaron en la memoria histórica del pueblo que se reunió con cariño y gratitud en la Iglesia Santo Domingo de Guzmán para rezar, en aquel entonces, su Novenario.

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