Luego de concluido el Concilio Vaticano II, en el año 1965, en todo el estado Cojedes se encontraban solo 5 sacerdotes, uno por cada de las siguientes regiones del estado, San Carlos, Tinaco, Tinaquillo, el Pao y el Baúl; Para el año de 1967 llegan a la Diócesis de San Carlos la Congregación de los Padres Dehonianos (Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús), para ese momento en la capital del estado existían dos parroquias, la Inmaculada Concepción (Catedral) y las parroquias actuales de San Juan y Santo Domingo, formaban una única parroquia que abarcaba las localidades de parte de San Carlos, Las Vegas, Manrique, la Sierra, Cojeditos, Apartadero, Lagunitas, el Amparo y todos los demás caseríos aledaños a dichas zonas; para ese momentos los Sacerdotes encargados de esta gran extensión parroquial eran los padres Juan Rodríguez y José García.
En aquellos años los clérigos eran pocos; además, los laicos que colaboraban con la Iglesia eran también un número reducido. Solo se contaba con algunos acólitos y acompañantes de los Sacerdotes en sus recorridos por los diferentes sectores que correspondían a sus parroquias. También existían algunos catequistas, pero era muy frecuente que en las mismas familias se impartiera la catequesis a sus propios integrantes.
La realidad era que la participación de los fieles en la vida litúrgica era muy escasa. Por tal motivo, eran pocos los bautizados que acudían a las misas dominicales y que frecuentaban los sacramentos. Además, eran pocas las misas que se celebraban, debido a la escasez de Presbíteros; los caseríos eran visitados una vez al año para celebrar al santo patrono. El número de matrimonios era casi inadvertido y era muy común la postura de agua para los recién nacidos. Sin embargo, poco a poco se comienza el trabajo en la formación de los laicos. Para finales del año 1967, el Padre José García envía a valencia un grupo de laicos para que realicen el Cursillo de Cristiandad.
Hasta mayo del año 1972, la región del estado Cojedes formaba parte de la Diócesis de Valencia, por la lejanía de la sede episcopal el Obispo solo visitaba en momentos muy esporádicos estas tierras cojedeñas. El 16 de mayo de 1972, el Papa San Pablo VI, erigió la Diócesis de San Carlos y encomendó la tarea de Pastorear este rebaño a Monseñor Medardo Luzardo Romero, como primer Obispo de la Diócesis.
Primer Obispo
Monseñor Medardo Luzardo Romero fue un Obispo de gran humildad y cercanía, y organizado. Se destacó por su celo pastoral y su sencillez; en sus 7 años de labor pastoral le dio forma y consistencia propia a la Diócesis, aunque con muchas dificultades. Existía un ambiente de gran negligencia y apatía hacia la Iglesia Católica, esto se debía a falta de formación y deficiente atención pastoral por la escasez de
sacerdotes y la carencia de lugares de culto en diferentes zonas y caseríos. Toda esta realidad se unía al mal estado de las vías de comunicación, la ausencia de transporte público, lo disperso de los diferentes asentamientos humanos; todo esto limitaba el crecimiento de la Diócesis. Gracias a la entrega y el trabajo de Monseñor Luzardo esta realidad comenzó a cambiar para mejor. Durante su mandato episcopal se dio inicio al Secretariado de Catequesis y se estableció en la Diócesis el movimiento de la Renovación Carismática.
Durante su episcopado se ordenaron dos nuevos sacerdotes cojedeños además, se nombraron párrocos para los templos parroquiales (algunos casi en total abandono) de San Juan Bautista, en San Carlos; Nuestra Señora de Coromoto y San Roberto Belarmino, en las Vegas; Nuestra Señora de la Divina Pastora, en Lagunitas; Nuestra Señora de la Divina Misericordia, en Cojedito; y San Miguel Arcángel, en el Baúl.) Adicional a esto, se debe añadir la Construcción de la Casa de Retiro “Monseñor Francisco Miguel Seijas”, en Puente Azul; y la adquisición de la casa donde actualmente funciona la Curia Diocesana, y que sirvió como residencia episcopal durante muchos años.
Segundo Obispo
El día 03 de junio de 1980, Monseñor Antonio Arellano Durán, recibe el nombramiento como segundo Obispo de la Diócesis de San Carlos. Con la llegada de Monseñor Arellano se da un gran impulso a los diferentes grupos de apostolados y devociones en la Diócesis; pronto se empieza a realizar los Cursillos de Cristiandad en la casa de Retiro de la Diócesis.
En 1982, se funda en Macapo el primer Praesidium de la Legión de María y se comienza a extender paulatinamente hacia otras parroquias. En 1984 es fundado el Apostolado mundial de Fátima, también conocido como el ejército azul. Los Matrimonios con Cristo se establecen en la Diócesis bajo la asesoría del Padre Víctor Parada, en su estadía en la Parroquia de la Divina Misericordia, en Cojedito. En 1989 se consolida la Creación de la Unión Diocesana de Cofradías del Santísimo, obteniendo un gran impulso en las parroquias; en esta sintonía de la devoción al Santísimo, Monseñor Arellano decretó las 40 horas
de adoración perpetua a Jesús Sacramentado en todas las parroquias de la Diócesis.
Para promover las vocaciones sacerdotales, se funda en la Diócesis el Club Serra, el cual tiene como finalidad el acompañar y ayudar a los seminaristas durante su formación. En 1993, se crea el instituto de formación Integral San Pablo, para la formación de los laicos y se pone en funcionamiento la casa de las Pastorales “Monseñor Medardo Luzardo”, donde inició sus actividades Cáritas Diocesana y la Vicaría Diocesana de los Derechos Humanos.
Monseñor Arellano estuvo casi 22 años al frente de la Diócesis, Apoyó la creación de los cuatro primeros colegios católicos en la Diócesis, el colegio “Juan Pablo II”, en San Carlos, dirigido por el Profesor Pedro Figueredo, y luego asumido por la Congregación misoneras Eucarísticas Coromotanas, fundadas por Monseñor Antonio Arellano; el colegio “Monseñor Francisco Miguel Seijas”, en San Carlos, dirigido por la Congregación de las Dominicas de la Presentación; el colegio “Santa María Micaela”, en San Carlos, dirigido por la Congregación de las Adoratrices del Santísimo; la casa hogar “Sagrado Corazón de Jesús”,
dando origen al colegio “María Inmaculada”, en Tinaquillo, dirigido por la Congregación de las Hermanas Josefinas. En 1998 se creó la radio Diocesana “Pastoreña 89.7 FM” y dio inicio a la creación del Archivo Diocesano.
Durante su Episcopado se construyeron siete (7) nuevos templos parroquiales y se crearon ocho (8) nuevas parroquias, tres (3) en San Carlos, Nuestra Señora del Rosario, Nuestra Señora del Carmen y San Antonio de Padua; dos (2) en Tinaquillo, Sagrado Corazón de Jesús y Nuestra Señora de Candelaria; una (1) en Tinaco, San José Obrero; una en Manrique, San Pablo Apóstol; una en Apartadero (1) Santa Clara de Asís.
Tercer Obispo
El 29 de marzo de 2003 toma posesión Monseñor Tomás Jesús Zárraga Colmenares, como tercer obispo de la Diócesis de San Carlos. Entre sus tareas pastorales se destacan el inicio del Proyecto de Renovación Pastoral, en el que se crean las Pequeñas Comunidades Cristianas; se da inicio a la realización de las Asambleas Diocesanas; impulsó las peregrinaciones al Santuario Mariano de la Divina Pastora en Lagunitas, la devoción de la Procesión Diocesana del Nazareno, el Pentecostés Diocesano y la creación de la Cofradía del Divino Niño Jesús.
Monseñor Zárraga se preocupó por la formación de los laicos; promovió el Diaconado Permanente, ordenando siete Diáconos Permanentes; creó la Vicaría de Campo Alegre; Construyó la sede del Seminario Diocesano “San Carlos Borromeo”; invitó a la Diócesis al Camino Neocatecumenal, a los Padres Misioneros de la Palabra, a las Hermanas de la Congregación de los Misioneros de la Palabra y a las Hermanas Misioneras de Marta y María; Creó el Instituto Secular de la Misericordia.
El 12 de octubre de 2011 fue nombrado Administrador Apostólico para la Diócesis de la Guaira. Por razones de Salud, en marzo de 2014, renunció al Cargo de Obispo de San Carlos y Administrador Apostólico de la Diócesis de la Guaira. Su vacante es suplida por Monseñor Reinaldo Del Prette Lisott, Arzobispo de Valencia, como Administrador Apostólico hasta junio de 2016.
Cuarto Obispo
Mons. Polito llega a la Diócesis con un objetivo claro: Organizar las estructuras pastorales, impulsar las pequeñas comunidades cristianas, crear una cultura vocacional, las mejoras a las infraestructuras y fortalecer las estructura económica de la Diócesis, todo esto se concretiza con el lanzamiento del Plan Integral de pastoral Diocesano para una Iglesia en Salida (2020-2025).
Por la gracia de Dios, el Obispo con el apoyo del clero cojedeño y de tantos laicos comprometidos han logrado restaurar la Catedral Inmaculada Concepción, el Santuario Eucaristíco San Juan Bautista, el templo parroquial de San Juan Bautista del Pao y su casa parroquial, se ha logrado los avances del templo parroquial de San Antonio de Padua en los Colorados, se logró reparar la Iglesia San José Obrero de Tinaco, se restauró la Casa de Retiros “Mons. Francisco Miguel Seijas”, se construyó la cerca perimetral del Seminario Diocesano San Carlos Borromeo, se logró la restauración de lo que antes funcionaba como Museo Diocesano y ahora es la nueva sede de la Curia Episcopal. La antigua sede de la Curia Diocesana
también se restauró y ahora funciona allí el Centro de Pastoral Diocesano
En el año 2021-2022 se llevó a cabo el Año Jubilar Diocesano por los 50 años de la Diócesis de San Carlos, en él se llevaron a cabo diversos Jubileos; de los deportistas, de los educadores, de los catequistas, de la familia, de los jóvenes, de los artistas, de las vocaciones y los monaguillos y el gran jubileo diocesano efectuado el 28 de mayo en la Villa Olímpica de San Carlos. En este año Jubilar hay 17 seminaristas y decenas de laicos en formación, especialmente con el Instituto de Teología para Laicos “Mons. Ramón Antonio Linares”. También dio inicio la Escuela de Diaconado Permanente. Actualmente poseemos 23 parroquias, y tres vicarias, de las cuales cuatro parroquias se han creado recientemente (María Micaela, San Pedro Apóstol, Santísima Trinidad, San Francisco de Asís). Se reapertura el Seminario Diocesano San Carlos Borromeo el cual cuenta con la sede de propedéutico para el mayor fomento de la cultura vocacional.